miércoles, 2 de octubre de 2019

She is

She's a electric woman in trouble again
In her own poison she's loses her mind.
Her mind.
Are you going to wait?

She's a witch of gardens, withered by the sun
If you're not careful, she could stay with you
With you.
What are you gonna do?

She's a fallen angel with strange beauty
If would make a scene, you will be so lucky.
So lucky.
Wouldn't you be scare?

domingo, 14 de julio de 2019

Por esa Razon Dios Invento el Empedrado

Me observa como un niño perdido cuando estoy fuera de mi
Estuve tanto tiempo encerrado en los fríos recuerdos de Abril
Volví a caer en tu trampa digital, lo sé, es que no aprendo mas
Espero dejar un cuerpo bello para que los gusanos no sufran.

Cortas las muñecas para sufrir, teñís el pelo para cambiar
Donde radica la lógica actual? Tiraras del hilo rojo, esperando volver?
Las plantas carnívoras de este insano mundo no saben perdonar
Buscan siempre una debilidad, algo con que molestar.

domingo, 9 de junio de 2019

Iluminaciones

Justo en una aldea digital venimos a enterarnos que no tenemos nada que ver con la naturaleza y en la que todos estamos fritos antes de nacer, por una cultura decante. Voluntades que prefieren flotar en el Riachuelo de la podredumbre intelectual y así vamos todos muertos por la vida con un cuerpo seco y desprovisto de emociones. Un cuerpo destruido y sin alma. Pero todo esta ya compensado. Estamos pagando duro. Es que a veces, muchas veces, preferimos morir.

Pero esto lo sabemos después. Mientras todo gira entorno a una irónica y desaforada militancia del comerse todo. Y por supuesto que uno es comensal de si mismo.

No es para aplaudir. Ni para criticar. Alguien nos empuja a este lugar con una insistencia que ya tiene algo de misión. Cualquiera viaja a estas zonas, pero regresa enseguida a tierra firme, creyendo que asi no sera alimento de los gusanos. Pero nosotros mire bien, nos instalamos. Y la pregunta por el misterio y la médula osea es un fuego permanente. Monjes estrangulados por la estupidez de un siglo que arrastra la idiotez de los milenios.

Sobrinos de Rimbaud: Poetas oscuros que pretenden ser salvados, sabiendo que la salvación se la pueden meter por donde el mono esconde la manzana, porque a nosotros nos chupa lo que a ustedes le da certeza.

lunes, 3 de junio de 2019

Proemio a San Francisco

Me extraña, yo se que me extraña. Que en algún lugar recóndito de su indómita existencia, me extraña. Que me anhela día y noche con su delicioso perfume de centeno. Sus ojos están tan lejos, y no es su culpa, tampoco es culpa mía, quizás un poco si pero, en definitiva, me extraña. Cada fragmento de mi ser ansia su llegada, quiero que en mis cuencas broten cataratas de nostalgia, cuando mi tacto impúdico se estremezca con la aspereza de su piel desértica.
El miedo es incertidumbre y yo soy un mar de dudas. Pero puedo asegurar con la frialdad del calculo que aun me extraña.
Un papel en blanco, es el culpable de este descargo. Temo por nosotros, en realidad, temo por vos. La sola idea de pensarte en la soledad de tus pensamientos, me eriza tristemente la piel. Se que estas haciendo en este momento, en este instante. Estas saliendo del trabajo, vas a caminar un par de cuadras para darte cuenta, para preguntarte -¿que es lo que hago aca? -
¿O no es eso lo que siempre me preguntabas? "¿Que haces vos aca?".
Puedo decirte, sin temor a equivocarme, que podría recordarte quien sos, por si se te olvidaba.

viernes, 30 de noviembre de 2018

La Insignificancia del Tiempo

Atraídos por el encanto nocturno, habíamos dejado que la oscuridad nos invadiera sin piedad.
Ya no podíamos distinguir las expresiones en nuestros rostros. Con una compasión y una
torpeza inhumana deslizo sus dedos por mi antebrazo y repetía susurrando que ahora es
nunca. Consideraba que el tiempo era insignificante y argumentaba vagamente que el pasar
del tiempo era irrelevante para aquellos que desean arreglar los problemas del pasado. Sus
yemas dibujaban círculos concéntricos que acrecentaban en tamaño y fervor. Atine a
sumergirme en la profundidad de su pelo, sin embargo me fundí en el dulce anonimato de sus
labios. Una guitarra ajena desnudaba íntimamente los acordes de Luna Tucumana, los cuales
supieron acoplarse al ritmo excelso de sus palabras. En ese momento pude distinguir, entre la
oscura distorsión, sus ojos color café. Le propuse detener el tiempo y sellar el instante para
transformarlo en eterno.

- ¿Finalmente pudieron transformar ese instante?
- Sinceramente aun no recuerdo cuando tome su vida.