martes, 31 de diciembre de 2013

Dependencia

Son las 5 de la mañana y ya descifre tu mensaje. Vi caer la estrella, tu deseo se cumplio. La lluvia y la nostalgia, que me tabalea, no me dejan dormir. Tengo atravesada en mi garganta las palabras que bien duro gritaste. Soy dueño de nada. Siguen siendo las 5 de la mañana y mi pena como un castillo de cartas me derrumba. Fumando en la oscuridad creí ver pasar mi muerte. La tele encendida solo me hace compañía. Y otra señal tuya con ganas de meter, hoy me matara la curiosidad.
Me canse de mover montañas por vos, cuando vos no moves ni una piedra por mi.
Camino con la cabeza y sueño con mis pies. Son las 5 de la mañana y mis horas ya no pasan, es que mis segundos se hacen siglos cuando te vas.
Estas con todos a la vez y tengo que esperar la ronda para tenerte. Pareciera que tu presencia pierde peso a medida que pasa el tiempo. Bailas con todos y todos sienten tu piel. Sos un licor venereo que da gusto tener. Siento que con vos, voy perdiendo de a poco la salud y por algún motivo siento que a tu lado marcho a alta velocidad.
Un futuro gris veo en mi. La larga sombra que fui se perdio en mi pasado.
Son las 5:10 de la mañana y aun no paro de bailar, tu jugo me hace olvidar mis penas. Tengo miedo de perderte, pero se que te marchas cuando no haya tosca en mi bolsillo, que te vas con el mejor postor, que fingis ser feliz a mi lado. Estoy atrapado entre el ser y la nada. Entre lo que soy y el que todo lo apaga.
Mi mundo no gira a tu alrededor (algunos mentimos para no saber). Mordi el suelo una vez mas, el sueño marcha corriendo atras. No soy tu hombre, no soy tu dueño, ni siquiera soy marinero en este barco.
Algunos sabemos callar cuando es necesario.
Mientras tanto vos en mis manos, ya sin vida sin alma, solo tu frio cuerpo muerto.

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