viernes, 5 de septiembre de 2014

Una vez más

Encontrar tu luz en los momentos en los que me envuelve la oscuridad. Encontrar tus brazos atenuando mis caídas. Encontrar tu risa, la esperanza de mi destino. Encontrar tus abrazos de alivio y paz. Encontrarte, siempre encontrarte. Necesito encontrarte. ¡Cuánta tristeza acumulada! ¿Cómo poder olvidar el sublime momento en el que todo comenzó? Lo llevo intacto en mi corazón. Se detuvo el mundo en un instante. El aire me abrazaba con su aroma, tus caricias inundaban de amor y ternura mi alma. Me brindaste tu calor, tu fuerza, tu pasión, tus alegrías, tus tristezas. Tu amor. Tu vida misma. Estás en mí y no existe momento en que no te piense. ¿Después de ti que puedo esperar?

“No se olvida el cielo si algún día estuviste ahí”.

Mis voces interiores se hacen oír y requieren tu presencia para que con tu sabiduría derrames tus palabras y así pueda unirlas en frases que siembren un nuevo sentir.

Pasan los días, pasan historias y besos con tu memoria. Extrañarte es algo imposible de controlar. Mi deseo es sentir la pasión de nuestro reencuentro. Quiero vivirlo, sentirte una vez más. Fundirnos y entrelazarnos en un interminable apretón de cuerpos. Expresarte lo que se siente al dar vuelta la página y encontrarte en ella. La magia de darle una nueva oportunidad a nuestro amor. De darnos una nueva oportunidad.

“Y ya no importa saber el final. Solo amarte y cruzar el fuego. Juntos somos como un templo”.

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